Sergio Elena, enamorado de todos los rincones del mundo, fundó hace 2 meses su propia agencia de viajes online, en la que busca ofrecer un servicio muy personalizado y de confianza a clientes de toda España.
Viajar es una afición compartida por casi todos. Conocer otros países, entrar en contacto con diferentes culturas y desconectar de la vida cotidiana implica un placer universal. Desde hace 2 meses, Sergio Elena ha abandonado este pasatiempo y se ha convertido en el visado directo para otras personas.
«Ahora organizo viajes que yo no puedo hacer», bromea este joven, encantado con la iniciativa que tomó en mayo de este año de emprender un negocio virtual con sus propios ahorros. Siempre quiso dedicarse a este oficio, pues no sólo está enamorado del mundo, sino que también estudia Turismo para formarse profesionalmente. Sergio está 24 horas conectado, pues dirige él solo su plataforma online, además de las redes sociales y un blog. «He montado un negocio en internet porque un local suponía muchos gastos, además este modelo me da más flexibilidad en mis horarios», justifica. Cuenta que ha emprendido para meterse de lleno en lo que verdaderamente le apasiona. «No busco hacerme de oro, para mí esto es parte de un hobby y con que me dé para vivir me conformo», asegura. Aun así, de cara al futuro le gustaría tener su propia empresa física para que se cambien las tornas y sea la gente quien acuda a él y no al revés.
Agencias de viajes hay muchas, y él lo sabe. Por eso, desde el primer momento ha querido aportar un factor distintivo: la personalización. Sergio tiene muy claro que la proximidad con el cliente es fundamental, y más aún en su caso, pues aprovecha la bidireccionalidad que posibilita la red. Quiere ofrecer un servicio cercano, pero a larga distancia.
Aunque parezca algo utópico, el objetivo principal de Sergio siempre ha sido tratar directamente con cada uno de los usuarios y estar informado sobre sus gustos y aficiones. Por su parte, busca mostrar sinceridad sobre los precios e incluso, preguntar por los ingresos de cada uno para ofrecerles viajes mucho más a su medida. «Quiero conocer a la persona, no al cliente, y para mí es muy importante que vayan a buscar al agente y no a la agencia» declara. Así, aunque no tenga una empresa física, intenta dar visibilidad a su negocio y sobre todo a sí mismo como un gestor de confianza al que acudir. En Planeta Viajero, buscan los viajes y a través del teléfono contactan con él para que les aconseje el mejor precio y lo más ajustado al plan que tienen sobre sus vacaciones. Sergio gestiona los vuelos y trayectos a través de touroperadores, aquellos que se ponen en contacto con hoteles y otros servicios para conseguir ofertas. Así, logra lo que el cliente solicita en todo momento. Explica que, además, pide fotografías del viaje que han contratado para subirlas a su página web y compartirlas en las redes sociales. El resultado: un servicio cercano y de confianza sin contacto físico con proveedores ni clientes.
Trabaja desde PlanetaViajero.es, pero asegura que le alegra mucho más que los compradores contacten directamente con él a través del teléfono. Aunque tiene un horario prefijado, afirma que no todos lo respetan. Normalmente le llaman los viernes por la tarde, e incluso, en alguna ocasión, los fines de semana. «Ahora atiendo a todas horas porque lo veo necesario y además no me importa», aclara. Como su página web acaba de arrancar, los mejores clientes y comerciales son sus familiares, que tampoco le dan un respiro. «Vendo viajes a mis amigos incluso mientras tomamos unas cervezas», bromea. Gracias a sus contactos, consigue nuevos compradores. También intenta captar nuevos viajeros de toda España, especialmente a través de las promociones en redes sociales, aunque a día de hoy su clientela se limita, en su mayoría, al territorio burgalés. «He creado la página para tener alcance internacional, pero me doy por satisfecho con tener un inicio a nivel local», declara. Además, esto es sólo el comienzo de un largo viaje.
La exclusividad de su negocio en este terreno tan amplio reside en ese valor de personalización. «A las grandes empresas se les acumulan las reclamaciones y las ignoran porque el volumen de negocio es muy grande. Sin embargo, si mis clientes tienen algún problema, me llaman a mí», compara. Aun así, este burgalés afirma que sólo quiere hacerse un hueco en este gran mercado de las agencias y poder, poco a poco, darse a conocer y hacerse una cartera de clientes amplia. «No busco competir, sólo diferenciarme», anuncia. Un joven con las ideas muy claras aunque la cabeza en las nubes, el mar o cualquier otro espacio por el que pueda recorrer el mundo.
Fuente: Diario de Burgos
No hay comentarios :
Publicar un comentario